Con motivo de la apertura de los trabajos de la Asamblea General de esta institución, que tiene lugar en Lyon (Francia), el Papa Francisco explicó que “el impulso evangelizador nunca se ha desvanecido en la Iglesia y sigue siendo su dinamismo fundamental”.
El Santo Padre explicó que esta reunión tiene lugar en Lyon debido a que “hace 200 años, una joven de 23 años, Pauline Marie Jaricot, tuvo el valor de fundar una Obra para apoyar la actividad misionera de la Iglesia; unos años más tarde puso en marcha el ‘Rosario Viviente’, una organización dedicada a la oración y al reparto de ofrendas”.
El Papa Francisco destacó tres aspectos que “gracias al Espíritu Santo” han contribuido a la difusión del Evangelio.
En primer lugar, el Papa habló de la “conversión misionera: la bondad de la misión depende de la salida de uno mismo, del deseo de no centrar la vida en uno mismo, sino en Jesús, en Jesús que vino a servir y no a ser servido (cf. Mc 10,45)”.
“Ahí está la fuente de la misión, en el ardor de una fe que no se satisface y que, por la conversión, se convierte en imitación día a día, para canalizar la misericordia de Dios por los caminos del mundo”, dijo el Papa Francisco.
También aseguró que todo ello es posible gracias a la oración, lo que definió como “la primera forma de misión”.
“Por último, la concreción de la caridad: junto con la red de oración, Pauline puso en marcha una recogida de ofrendas a gran escala de forma creativa, acompañándola de información sobre la vida y las actividades de los misioneros. Las ofrendas de tanta gente sencilla fueron providenciales para la historia de las misiones”, dijo el Papa Francisco a continuación.
“Les deseo que caminen por el camino trazado por esta gran mujer misionera, dejándose inspirar por su fe concreta, su valor audaz, su creatividad generosa”, dijo por último el Papa Francisco.
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