A mediados del siglo XIII, el P. Pedro de Praga dudaba de la presencia de Cristo en la Eucaristía y realizó una peregrinación a Roma para rogar sobre la tumba de San Pedro una gracia que le devolviera la fe.

Tras regresar de la peregrinación, se dirigió a Bolsena para celebrar la Santa Misa en la cripta de Santa Cristina. Fue en aquel momento cuando la Sagrada Hostia sangró y manchó el corporal con la preciosísima sangre.

Abrir chat
¡Bienvenido! Chatea con nosotros.
Hola :)
¿En qué podemos ayudarte?